Las Sirenas de Cristóbal Colon
Existen muchas leyendas acerca de marineros que vieron hermosas sirenas en sus viajes una leyenda de estas narra que Cristóbal Colón vio una:
El desarrollo de las exploraciones marítimas incremento notablemente el número de testimonios de marinos convencidos de haber encontrado autenticas sirenas. El propio Cristóbal Colón, a medio camino de su viaje de regreso a América, a 72 grados de longitud oeste, anoto en su diario a bordote la Niña, el 9 de enero de 1493, la información siguiente: Cuando el almirante llego al río de oro, afirmo haber visto tres sirenas que emergían por encima de la superficie del agua, pero no eran tan bellas como los relatos que hacen generalmente.
Existen muchas leyendas acerca de marineros que vieron hermosas sirenas en sus viajes una leyenda de estas narra que Cristóbal Colón vio una:
El desarrollo de las exploraciones marítimas incremento notablemente el número de testimonios de marinos convencidos de haber encontrado autenticas sirenas. El propio Cristóbal Colón, a medio camino de su viaje de regreso a América, a 72 grados de longitud oeste, anoto en su diario a bordote la Niña, el 9 de enero de 1493, la información siguiente: Cuando el almirante llego al río de oro, afirmo haber visto tres sirenas que emergían por encima de la superficie del agua, pero no eran tan bellas como los relatos que hacen generalmente.
Jean-Paul Clébert refiere que el descubridor de América obseso él mismo dichas sirenas que danzaban sobre las olas en los alrededores de Santo Domingo. Estas sirenas no solo eran mudas, sino que además eran muy feas y parecían echar de menos Grecia. El jesuita Charlevoix, al contar la llagada de Cristóbal Colón a Barcelona, emite hipótesis sobre estas sirenas.